El uso de materiales resistentes lleva a que estas prótesis aguanten sin problema, pero aun así, hay una serie de recomendaciones para incrementar su vida útil:

  • Evitar el contacto con cualquier herramienta punzo-cortante: el material, para camuflarse, en muchas ocasiones está realizado con materiales que simulan la piel. Por ello, todo aquello que pueda herir la piel también puede afectar a las condiciones estéticas de una prótesis.
  • Evitar exponer la prótesis a altas temperaturas: antes contenían carbón, lo que hacía que aguantasen peor el calor. Ahora, aunque su uso no es tan habitual y aguantan mejor una temperatura elevada, es recomendable evitar su exposición continuada a las altas temperaturas.
  • Cuidarla como cualquier parte del cuerpo: los cirujanos recomiendan que la cuidemos tal y como haríamos con otra parte de nuestra anatomía. De esta forma, aseguraremos su duración el máximo tiempo posible.

De esta forma, las prótesis cada día son más innovadoras y facilitan cada vez más el día a día las personas que carezcan de alguna extremidad. Su utilidad es muy amplia; permite que las personas tengan una movilidad casi completa y además ayudan a que el autoestima aumente y las personas se reincorporen al entorno social y tengan, en consecuencia, un mejor estilo de vida. De todos modos, su uso no es obligatorio. Por ello, muchas personas optarán por no adaptarlas en su vida.